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sábado, 8 de octubre de 2016

La lateralidad no sólo está en la mano

Soy diestra.

      Seguro que con esta afirmación tu mente enseguida ha asociado que escribo o como con la mano derecha pero, ¿sabías que ser diestro o zurdo no sólo lo indica la mano? Te lo contamos a continuación.

     Comenzaremos por tener en cuenta que nuestro cerebro, aunque es uno, está dividido en dos porciones denominadas hemisferios cerebrales.  A primera vista  pueden  parecer  iguales pero no lo son. Cada uno se encarga de realizar unas funciones psicológicas distintas así como de organizar las áreas sensoriales y motoras primarias del lado contrario, debido a la decusación de las vías motoras (Petit, 1710). Por ejemplo, el hemisferio izquierdo, va a procesar las señales recibidas por el ojo, oído, mano… del lado derecho del cuerpo, y viceversa. Eso sí, hemos de tener en cuenta que funcionan de forma conjunta y coordinada y que el hecho de que tengan repartidas las funciones es por una cuestión de eficacia a la hora de dar respuesta a los estímulos recibidos, lo que se verá alterado si no existe una lateralización correctamente establecida.

    Tras esta breve introducción, podríamos definir la lateralidad como la preferencia de uso efectivo, o predominio, de una mitad lateral del cuerpo frente a la otra, siendo los ojos, los oídos, las manos y los pies los que se van a tener en cuenta a la hora de concluir si somos zurdos o diestros. Como se puede deducir, no todas las personas tienen claramente lateralizados los cuatro índices en un mismo lado, lo que hace que puedan surgir dificultades en la organización cerebral.
   
      La evolución de la lateralización se distribuye 3 etapas, las cuales en una situación normal abarcan desde los 0 a los 7 años:
  • Homolateral (0-24 meses, aprox.): caracterizado por respuestas reflejas, identificación de estímulos e inicio de la función perceptiva, donde el niño alcanza el control de la línea media del cuerpo y es capaz de girar sobre su cuerpo, reptar y utilizar de forma simultánea ambos lados del cuerpo.
  • Contralateral (sobre los 36 meses): al utilizar el movimiento coordinado y alterno de ambos lados del cuerpo, se define la binocularidad, la visión en 3 dimensiones, la escucha biaural o la identificación cognitiva de los estímulos recibidos. El reptado, gateo y marcha contralateral se perfeccionan y coge fuerza la pinza escribana (pulgar-índice). Mejora la manipulación coordinada de ambas manos.
  • Dominancia lateral (entre los 4 y los 7 años): Se establece la dominancia de la vista y el oído, así como de la mano y el pie. En algunos casos, el pie tarda en lateralizarse y puede llegar a los 10 años sin haberse definido. Se define la referencia lateral para llevar a cabo los propios movimientos, así como el control lateral de la grafía.

      Es importante que la lateralidad esté fijada en torno a los 6-7 años, ya que será la época en la que a muchos niños les exigirán un nivel de lectoescritura avanzado. Si aún no se ha definido, podrán surgir problemas como la omisión, sustitución, cambio… de letras o números que puedan parecer similares, generando más adelante dificultades en la comprensión lectora tanto de textos como de enunciados de problemas.

La clasificación con:
  • Diestros: utilizan de forma preferente el ojo, el oído, la mano y el pie derechos.
  • Zurdos: utilizan de forma preferente el ojo, el oído, la mano y el pie izquierdos.
  • Ambidiestros o ambidextros: utilizan indistintamente el ojo, el oído, la mano y el pie de ambos lados del cuerpo. A diferencia de lo que siempre se ha creído sobre la suerte de ser ambidextro, denota una falta de organización funcional del cerebro, ya que no tiene definidas las funciones en cada parte del cerebro.
  • Zurdería contrariada: Este caso es el de una persona zurda que ha sido forzada a utilizar la mano derecha (hace unos años solía ocurrir de forma frecuente, originando problemas a distintos niveles: organización y orientación espacial, por ejemplo).
  • Lateralidad cruzada: preferencia de uso de dos índices con un lado del cuerpo y de los otros índices con el otro lado. Se denomina cruce si está definida en tres índices en el mismo lado y uno en el otro (por ejemplo: diestro con cruce de pie).
  • Lateralidad indefinida: Utiliza ambos lados lados del cuerpo o duda de cuál utilizar. Se suele dar en las etapas previas a los cuatro años.



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Sonia Pérez Vara para Centro de Neurodesarrollo Qualia. Febrero 2016.





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